
UN CONSEJO
Camilo Piccone: Pensar a largo plazo desde el Consejo Escolar
“Todos los días recibimos en el Consejo Escolar de Tigre entre 20 y 60 pedidos de parte de las escuelas. Nosotros salimos como si fuéramos una ambulancia para solucionar estos problemas”, expresó Camilo Piccone, consejero escolar de Tigre desde el 2015.
POR Joaquina Bogo
Camilo Piccone, consejero escolar de Tigre por el partido del Pro, tiene 38 años y comenzó a meterse en política a los 24. Primero trabajó en la subsecretaría de deportes de la Ciudad de Buenos Aires y en 2015 entró como consejero escolar en el municipio de Tigre a través del voto. En 2019 renovó la banca y tiene mandato hasta diciembre del 2023.
Su misión es dejar un legado al terminar su mandato para solucionar las problemáticas de educación que invaden el distrito. “Deberíamos planificar Tigre de acá a ocho años y lograr ser ejemplo en el conurbano”, expresó sinceramente el consejero. Además, agregó: “Trabajamos para mejorar la gestión anterior y al mismo tiempo para que los próximos mejoren nuestra gestión”.

"Como municipio, sería un logro recibir un 55 por ciento más de lo que recibimos actualmente", afirmó Camilo Piccone, consejero escolar de Tigre. Foto: Gentileza de Piccone
¿Qué significa ser consejero escolar?
En Tigre existen diez consejeros escolares electos en la boleta con una duración de cuatro años y se renuevan cinco de ellos cada dos años. Las cinco patas que conforman este consejo son: seguridad e higiene, servicio alimentario escolar, infraestructura, contabilidad y recursos humanos.
¿Cómo funciona el día a día en el consejo?
Todos los días recibimos pedidos por notas de las cinco comisiones. Hay días que tenemos 50 pedidos; otros días 20. Nosotros salimos como si fuéramos una ambulancia para solucionar estos problemas según la prioridad. Por ejemplo, se rompió el picaporte, faltan estufas, entraron a robar, falta un cocinero, se rompió una bomba de agua. Estas cosas hay que solucionarlas rápido porque significan que la escuela no puede dar clases.
¿Qué desafíos presenta el sistema educativo en el municipio de Tigre?
En Tigre se necesitan aulas; pero aulas llenas. Después de tercer año, hay un 50 por ciento de chicos que no regresan a las aulas: salen a trabajar, a hacerse cargo de la familia y de los embarazos adolescentes. Ese es el paso más difícil para solucionar. El segundo, es tener la escuela preparada. Algunas escuelas en Tigre son muy lindas y otras están en situación de abandono.
¿Cuántas escuelas técnicas hay?
Hay 5 escuelas técnicas: Técnica número 1 en Talar, Técnica número 2 en Ricardo Rojas, Técnica número 3 en Benavidez, Técnica número 4 en Don Torcuato y Técnica número 5 en Cazón.
Muchos jóvenes priorizan entrar a las escuelas técnicas, ¿a qué se debe?
Las escuelas técnicas son las más requeridas porque muchos chicos salen de estas escuelas con un oficio. La parte de talleres te abre mucho la cabeza: es mucho más simple poder entrar al ámbito laboral. La Ford, por ejemplo, ubicada en Tigre, es una gran fuente de trabajo y requiere de estas habilidades.
¿Por qué hay chicos que se quedan sin cupo en estas escuelas?
Siempre faltan cuatro o cinco cupos y nosotros tratamos de solucionar esos problemas. Es muy raro que no le encontremos una escuela a un chico: si el problema es por lejanía, muchos terminan tomando el colectivo para poder llegar.
¿Es posible generar más cupos en las escuelas técnicas?
Estaría bueno que existan dos o tres más, o poder ampliarlas. Pero para esto hace falta más presupuesto: hacer escuelas técnicas es muy caro. Antes del 2015 se hablaba de no hacer más debido al alto presupuesto. Además, hacer una escuela más en una localidad no solucionaría el problema del distrito entero: Tigre es muy extenso y está dividido en once localidades. Para que todos los chicos puedan acceder a una escuela cerca de su casa habría que hacer una por localidad.
¿Cómo es el financiamiento de las escuelas?
Todos los municipios reciben por ley un fondo de financiamiento educativo. Ese fondo llega desde el ámbito provincial. Como municipio, sería un gran logro recibir un 55 por ciento más de lo que recibimos actualmente para solucionar necesidades inmediatas y también a largo plazo: hay que arreglar bombas, estufas, pero también arreglar techos y hacer baños y aulas.
Existen escuelas con mejor infraestructura que otras… ¿por qué?
El presupuesto dedicado a cada escuela se basa en prioridades que hay que cubrir. Tenemos la Técnica 5, en Cazón, donde se invirtió mucho, y también tenemos escuela en las Tunas o en Rincón de Milberg que como son menos visibles, las necesidades también parecen menos visibles. De todos modos, hay algunas escuelas que tienen más carencia pero que funcionan muy bien: abren todos los días y tienen buena pedagogía.
¿Hay algún modo de solucionar estas diferencias de infraestructura?
En cada gestión tenemos “Obras especiales”: son fondos específicos que vienen de parte de la nación para hacer edificaciones importantes en una determinada escuela sin la necesidad de vaciar las cajas del presupuesto general. Hablamos de construcción de aulas, galpones o arreglo de techos. Nosotros como consejo somos los encargados de detectar esas necesidades y pedir el fondo.
¿Cuál es la mirada desde el consejo para solucionar las problemáticas educativas?
La única manera de mejorar es pensar a largo plazo: dónde queremos que se encuentre el chico en unos años. Hoy el 50 por ciento de los chicos abandona el secundario, y la prioridad para cualquier trabajo en blanco es por lo menos haber terminado el colegio.